Löydetty 95 Tulokset: guerreros

  • Aquel día cayeron en total veinticinco mil benjaminitas, todos ellos guerreros armados de espada. (Jueces 20, 46)

  • Entonces la comunidad envió a doce mil de los guerreros, con esta orden: "Vayan y pasen al filo de la espada a los habitantes de Iabés de Galaad, incluidas las mujeres y los niños. (Jueces 21, 10)

  • Los filisteos se reunieron para combatir contra Israel: tenían tres mil carros, seis mil guerreros y una tropa numerosa como la arena que está a la orilla del mar. Luego subieron y acamparon en Micmás, al este de Bet Aven. (I Samuel 13, 5)

  • ¡Montañas de Gelboé, que no caiga sobre ustedes rocío ni lluvia, ni se cubran de campos fructíferos! Porque allí fue mancillado el escudo de los héroes, el escudo de Saúl, ungido no con aceite, sino con sangre de heridos y grasas de guerreros. (II Samuel 1, 21)

  • David, al enterarse, envió a Joab con todo el ejército y con sus guerreros. (II Samuel 10, 7)

  • y arrojaba piedras contra David y contra sus servidores, a pesar de que todo el pueblo y todos los guerreros marchaban a la derecha y a la izquierda del rey. (II Samuel 16, 6)

  • Así partieron detrás de Abisai los hombres de Joab, los quereteos, los peleteos y todos los Guerreros, saliendo de Jerusalén en persecución de Seba, hijo de Bicrí. (II Samuel 20, 7)

  • Estos son los nombres de los Guerreros de David: Isbaal, el jacmonita, jefe de los Tres. Él empuñó su lanza contra ochocientos hombres y los mató de una sola vez. (II Samuel 23, 8)

  • Esto es lo que hizo Benaías, hijo de Iehoiadá, y se ganó un renombre entre los Treinta Guerreros. (II Samuel 23, 22)

  • Mientras tanto, Roboám llegó a Jerusalén y convocó a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín -ciento ochenta mil guerreros adiestrados- para ir a combatir contra la casa de Israel y restituir el reino a Roboám, hijo de Salomón. (I Reyes 12, 21)

  • A todos los guerreros -en número de siete mil- a los herreros y cerrajeros -en número de mil- todos aptos para la guerra, el rey de Babilonia los llevó deportados a su país. (II Reyes 24, 16)

  • Todos estos fueron descendientes de Aser, jefes de familias, guerreros selectos y valerosos, jefes entre los príncipes. Al ser registrados para el servicio militar, su número alcanzó a 26.000 hombres. (I Crónicas 7, 40)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina