Löydetty 40 Tulokset: mensajero divino

  • Cuando entró Ehúd, el rey se encontraba en la habitación de arriba, que era más fresca y estaba reservada para él solo. Ehúd le dijo: "Tengo que comunicarte un oráculo divino". El rey se levantó de su trono. (Jueces 3, 20)

  • El mensajero respondió: "Israel huyó delante de los filisteos, y el pueblo ha sufrido un gran desastre; han muerto tus hijos Jofní y Pinjás, y el Arca de Dios ha sido capturada". (I Samuel 4, 17)

  • un mensajero fue a decir a Saúl: "Ven en seguida, porque los filisteos están incursionando por el país". (I Samuel 23, 27)

  • y dio esta orden al mensajero: "Cuando termines de comunicar al rey el parte de batalla, (II Samuel 11, 19)

  • El mensajero partió y fue a comunicar a David todo lo que Joab le había mandado decir. (II Samuel 11, 22)

  • El mensajero dijo a David: "Esa gente logró sacarnos ventaja. Hicieron una salida contra nosotros en campo raso, pero los hicimos retroceder hasta la entrada de la ciudad. (II Samuel 11, 23)

  • David respondió al mensajero: "Esto es lo que dirás a Joab: ‘No te preocupes por lo que ha sucedido. La espada devora hoy a este y mañana a aquel. Intensifica el ataque contra la ciudad, y destrúyela’. Así le devolverás el ánimo". (II Samuel 11, 25)

  • En aquella época, se buscaba el consejo de Ajitófel como un oráculo divino: tal era la estima que tenían por sus consejos tanto David como Absalón. (II Samuel 16, 23)

  • Jezabel envió entonces un mensajero a Elías para decirle: "Que los dioses me castiguen si mañana, a la misma hora, yo no hago con tu vida lo que tú hiciste con la de ellos". (I Reyes 19, 2)

  • El mensajero que había ido a llamar a Miqueas le dijo: "Mira que las palabras de los profetas anuncian a una sola voz buena fortuna para el rey. Habla tú también como uno de ellos, y anuncia la victoria". (I Reyes 22, 13)

  • Eliseo mandó un mensajero para que le dijera: "Ve a bañarte siete veces en el Jordán; tu carne se restablecerá y quedarás limpio". (II Reyes 5, 10)

  • Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con él. El rey le envió a uno de sus hombres; pero antes que llegara el mensajero, Eliseo dijo a los ancianos: "¿Han visto que este hijo de asesino envía a un hombre a cortarme la cabeza? Estén atentos, y cuando llegue el mensajero, empújenlo con la puerta y atránquenla bien. ¿Acaso no se oyen los pasos de su señor que viene detrás de él?". (II Reyes 6, 32)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina