Löydetty 112 Tulokset: niños

  • Todo el pueblo, los jóvenes, las mujeres y los niños se amotinaron contra Ozías y contra los jefes de la ciudad, y clamaban a gritos, diciendo a los ancianos: (Judit 7, 23)

  • Luego disolvió a la multitud para que cada uno regresara a su puesto: los hombres se dirigieron a los muros y a las torres de la ciudad, pero a las mujeres y a los niños los envió a sus casas. Mientras tanto, la ciudad quedó sumida en una profunda consternación. (Judit 7, 32)

  • Amenazó con incendiar mis territorios y pasar a mis jóvenes al filo de la espada, con estrellar a mis pequeños contra el suelo y entregar a mis niños como presa y a mis muchachas como botín. (Judit 16, 4)

  • Luego los mensajeros llevaron estos documentos a todas las provincias del rey, con la orden de exterminar, matar y eliminar a todos los judíos, jóvenes y viejos, mujeres y niños, y de confiscar sus bienes. Esto debía hacerse en un mismo día, el día trece del duodécimo mes, es decir, el mes de Adar. (Ester 3, 13)

  • En dichos documentos, el rey facultaba a los judíos, en cualquier ciudad donde estuvieran, a reunirse y defender sus vidas, a destruir, matar y eliminar, incluyendo a los niños y mujeres, a toda la gente armada de cualquier provincia o pueblo que los atacaran, y también a saquear sus bienes. (Ester 8, 11)

  • por todos estos motivos, ordenamos que todas las personas indicadas en las cartas de Amán, el cual está al frente de nuestros asuntos de Estado y es para nosotros un segundo ‘padre’, sean exterminadas de raíz por la espada de sus enemigos, incluyendo a mujeres y niños, sin piedad ni miramientos. Esto se hará el día catorce del duodécimo mes, que es el mes de Adar, del presente año, (Ester 13, 6)

  • O no existiría, como un aborto enterrado, como los niños que nunca vieron la luz. (Job 3, 16)

  • Hasta los niños pequeños me desprecian: cuando me levanto, se burlan de mí. (Job 19, 18)

  • Hacen correr a sus niños como ovejas, sus hijos pequeños saltan de alegría. (Job 21, 11)

  • con la alabanza de los niños y de los más pequeños, erigiste una fortaleza contra tus adversarios para reprimir al enemigo y al rebelde. (Salmos 8, 3)

  • los ancianos, los jóvenes y los niños, (Salmos 148, 12)

  • Sus hombres tomaron prisioneros a las mujeres y a los niños y se adueñaron del ganado. (I Macabeos 1, 32)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina