Löydetty 227 Tulokset: territorio

  • Después de la muerte de Judas, reaparecieron los renegados en todo el territorio de Israel y se envalentonaron los impíos. (I Macabeos 9, 23)

  • le devolvió los prisioneros capturados anteriormente en Judá y regresó a su país. Y nunca más volvió al territorio de Judea. (I Macabeos 9, 72)

  • Jerusalén, con su territorio, sus diezmos y derechos, será sagrada y estará exenta de impuestos. (I Macabeos 10, 31)

  • le envió un prendedor de oro, como se acostumbra conceder a los parientes de los reyes, y le dio en propiedad Acarón con todo su territorio. (I Macabeos 10, 89)

  • Arsaces, rey de Persia y Media, al saber que Demetrio había penetrado en su territorio, envió a uno de sus generales para capturarlo vivo. (I Macabeos 14, 2)

  • Han devastado su territorio, causando graves daños al país, y se han adueñado de muchos lugares de mi reino. (I Macabeos 15, 29)

  • Los hermanos judíos de Jerusalén y los del territorio de Judea saludan a los hermanos judíos de Egipto, deseándoles paz y felicidad. (II Macabeos 1, 1)

  • Porque el clamor va recorriendo el territorio de Moab: sus alaridos llegan hasta Eglaim, sus alaridos llegan a Beer Elím; (Isaías 15, 8)

  • Palabras de Jeremías, hijo de Jilquías, uno de los sacerdotes de Anatot, en territorio de Benjamín. (Jeremías 1, 1)

  • Tu riqueza y tus tesoros los entregaré como botín, gratuitamente, por todos tus pecados, en todo tu territorio. (Jeremías 15, 13)

  • en las montañas y en campo abierto. Tu riqueza, todos tus tesoros los entregaré como botín, gratuitamente, por todos tus pecados, en todo tu territorio. (Jeremías 17, 3)

  • Luego Ismael llevó cautivo a todo el resto de la gente que estaba en Mispá, así como también a las hijas del rey, que Nebuzaradán, comandante de la guardia, había confiado a Godolías, hijo de Ajicám. Ismael, hijo de Natanías, los llevó cautivos y partió con la intención de pasar a territorio amonita. (Jeremías 41, 10)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina