Löydetty 123 Tulokset: veinte

  • Las doce navetas de oro llenas de incienso -a razón de diez siclos del Santuario por naveta- sumaban en total ciento veinte siclos. (Números 7, 86)

  • En el segundo año, el día veinte del segundo mes, la nube se alzó por encima de la Morada del Testimonio, (Números 10, 11)

  • Y no la comerán un día, ni dos, ni diez, ni veinte, (Números 11, 19)

  • Por haber protestado contra mí, sus cadáveres quedarán tendidos en el desierto: los cadáveres de todos los registrados en el censo, de todos los que tienen más de veinte años. (Números 14, 29)

  • Los harás rescatar dentro del mes de su nacimiento, tomando como precio por el rescate cinco siclos -en siclos del Santuario- que equivalen a veinte gueras. (Números 18, 16)

  • "Hagan un censo de toda la comunidad de los israelitas, anotando por familias a todos los que tengan más de veinte años, a los aptos para la guerra en Israel". (Números 26, 2)

  • acerca de los que tenían más de veinte años, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. Los israelitas que salieron de Egipto fueron: (Números 26, 4)

  • ‘Ninguno de los hombres mayores de veinte años que salieron de Egipto verá la tierra que prometí con un juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque ellos me han sido infieles. (Números 32, 11)

  • "Ya tengo ciento veinte años. En adelante no podré ejercer ninguna actividad; además, el Señor me dijo: ‘Tú no pasarás el Jordán’. (Deuteronomio 31, 2)

  • Cuando murió, Moisés tenía ciento veinte años, pero sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor. (Deuteronomio 34, 7)

  • Los israelitas clamaron al Señor, porque Iabín tenía novecientos carros de hierro y había oprimido duramente a los israelitas durante veinte años. (Jueces 4, 3)

  • Zébaj y Salmuná estaban en Carcor con su ejército. Eran unos quince mil hombres, es decir, todos los sobrevivientes del campamento de los Orientales. Los que habían caído eran ciento veinte mil armados de espada. (Jueces 8, 10)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina