Löydetty 120 Tulokset: vestiduras sacerdotales

  • A Aarón y a sus hijos, en cambio, les encargarás que ejerzan las funciones sacerdotales. Si se acerca un extraño, será castigado con la muerte. (Números 3, 10)

  • Tú y tus hijos, en cambio, ejercerán las funciones sacerdotales en todo lo concerniente al altar y a lo que está detrás del velo. Yo hago del sacerdocio de ustedes un servicio de dedicación: el extraño que se acerque será castigado con la muerte. (Números 18, 7)

  • Allí despojarás a Aarón de sus vestiduras y se las pondrás a su hijo Eleazar. Entonces Aarón se reunirá con los suyos, porque allí morirá". (Números 20, 26)

  • Luego Moisés quitó las vestiduras a Aarón y se las puso a su hijo Eleazar. Aarón murió en la cima de la montaña. Cuando Moisés y Eleazar bajaron de la montaña, (Números 20, 28)

  • Josué desgarró sus vestiduras y se postró hasta la tarde delante del Arca del Señor, con el rostro en tierra. Los ancianos de Israel hicieron lo mismo, y todos esparcieron polvo sobre sus cabezas. (Josué 7, 6)

  • Al verla, rasgó sus vestiduras y exclamó: "¡Hija mía, me has destrozado! ¿Tenías que ser tú la causa de mi desgracia? Yo hice una promesa al Señor, y ahora no puedo retractarme". (Jueces 11, 35)

  • Y todos los que subsistan de tu casa irán a postrarse delante de él por una moneda de plata y una miga de pan, y le dirán: Admíteme, por favor, a cualquiera de las funciones sacerdotales, para que tenga un pedazo de pan que comer". (I Samuel 2, 36)

  • Entonces David rasgó sus vestiduras, y lo mismo hicieron todos los hombres que estaban con él. (II Samuel 1, 11)

  • Luego David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: "Rasguen sus vestiduras, vístanse de luto y laméntense por Abner". Y el rey David iba caminando detrás del féretro, (II Samuel 3, 31)

  • El rey se levantó, rasgó sus vestiduras y se acostó en el suelo, mientras todos sus servidores permanecían de pie, con las ropas desgarradas. (II Samuel 13, 31)

  • Cuando Ajab oyó aquellas palabras, rasgó sus vestiduras, se puso un sayal sobre su carne, y ayunó. Se acostaba con el sayal y andaba taciturno. (I Reyes 21, 27)

  • El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, con sus vestiduras reales, sobre la explanada que está a la entrada de la puerta de Samaría, mientras todos los profetas vaticinaban delante de ellos. (I Reyes 22, 10)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina