Löydetty 120 Tulokset: vestiduras sacerdotales

  • rasgaron sus vestiduras, hicieron un gran duelo, se cubrieron la cabeza con ceniza (I Macabeos 4, 39)

  • Cuando todavía estaban leyendo la carta, llegaron otros mensajeros de Galilea, con las vestiduras rasgadas, trayendo esta noticia: (I Macabeos 5, 14)

  • y fue a Tolemaida a entrevistarse con el rey, llevando consigo plata, oro, vestiduras y muchos otros regalos. De esta manera, se ganó el favor del rey. (I Macabeos 11, 24)

  • Jonatán rasgó sus vestiduras, se cubrió de polvo la cabeza y oró. (I Macabeos 11, 71)

  • Los habitantes de la ciudad, con sus mujeres y sus niños, subieron a la muralla, rasgándose las vestiduras y pidiendo a gritos a Simón que les concediera la paz. (I Macabeos 13, 45)

  • Mientras el Sumo Sacerdote ofrecía el sacrificio de expiación, se aparecieron otra vez a Heliodoro los mismos jóvenes, cubiertos con las mismas vestiduras y, puestos de pie, le dijeron: "Da muchas gracias al Sumo Sacerdote Onías, porque por su intercesión el Señor te concede la vida. (II Macabeos 3, 33)

  • Luego, lleno de indignación, despojó a Andrónico de la púrpura, desgarró sus vestiduras y lo hizo conducir por toda la ciudad hasta el sitio donde había tratado tan impíamente a Onías. Allí hizo ajusticiar al homicida, y así el Señor le infligió el castigo que había merecido. (II Macabeos 4, 38)

  • quedó humillado con el auxilio del Señor por los mismos que él despreciaba como los más viles. Despojado de sus lujosas vestiduras, solo y errante por los campos como un fugitivo, llegó a Antioquía con mucha más suerte que su ejército, que había sido destruido. (II Macabeos 8, 35)

  • y, cuando todavía estaban cerca de Jerusalén, apareció al frente de ellos un jinete con vestiduras blancas y esgrimiendo armas de oro. (II Macabeos 11, 8)

  • Porque sobre sus vestiduras sacerdotales estaba el mundo entero, sobre las cuatro hileras de piedras preciosas estaban grabados los nombres gloriosos de los Padres, y sobre la diadema de su cabeza estaba tu Majestad. (Sabiduría 18, 24)

  • Eliaquím, hijo de Jilquías, el mayordomo de palacio, Sebná, el secretario, y Joaj, hijo de Asaf, el archivista, se presentaron ante Ezequías con sus vestiduras desgarradas, y lo informaron de las palabras del copero mayor. (Isaías 36, 22)

  • Cuando el rey Ezequías oyó esto, rasgó sus vestiduras, se cubrió con un sayal y fue a la Casa del Señor. (Isaías 37, 1)


“Ele e ouvir a Sua voz por meio das Suas inspirações e iluminações interiores.” São Padre Pio de Pietrelcina