Löydetty 1288 Tulokset: Ner

  • Judá, por su parte, envió el cabrito por mediación de su compañero el adulamita, para rescatar la prenda de manos de la mujer, pero éste no la encontró. (Génesis 38, 20)

  • Judá lo reconoció y dijo: «Ella tiene más razón que yo, porque la verdad es que no la he dado por mujer a mi hijo Selá.» Y nunca más volvió a tener trato con ella. (Génesis 38, 26)

  • Al jefe de escanciadores le restituyó en su oficio, y volvió a poner la copa en manos de Faraón. (Génesis 40, 21)

  • José recolectó grano como la arena del mar, una enormidad, hasta tener que desistir de contar porque era innumerable. (Génesis 41, 49)

  • Mandó José que se les llenaran los envases de grano, que se devolviera a cada uno su dinero en la talega, y que se les pusiera provisiones para el camino; así se hizo con ellos. (Génesis 42, 25)

  • Al ir a hacer noche, uno de ellos abrió su talega para dar pienso a su burro, y vio que su dinero estaba en la boca de la talega de grano. (Génesis 42, 27)

  • Y dijo a sus hermanos: «Me han devuelto el dinero; lo tengo aquí en mi talega.» Se quedaron sin aliento, y se miraban temblando y diciendo: «¿Qué es esto que ha hecho Dios con nosotros?» (Génesis 42, 28)

  • Ahora bien, cuando estaban vaciando sus talegas, he aquí que cada uno tenía su dinero en la talega, y tanto ellos como su padre, al ver las bolsas, sintieron miedo. (Génesis 42, 35)

  • Ellos se asustaron porque se les llevaba a casa de José, y dijeron: «Es por lo de la plata devuelta en nuestros sacos la otra vez, por lo que se nos trae acá, para ponernos alguna trampa, caer sobre nosotros y redurcirnos a esclavitud, junto con nuestros asnos.» (Génesis 43, 18)

  • Entonces él dio esta orden a su mayordomo: «Llena de víveres las talegas de estos hombres, cuanto quepa en ellas, y pones el dinero de cada uno en la boca de su talega. (Génesis 44, 1)

  • Y mi copa, la copa de plata, la pones en la boca del saco del pequeño, además del dinero de su compra.» Y él hizo conforme a lo que había dicho José. (Génesis 44, 2)

  • Ya no pudo José contenerse delante de todos los que en pie le asistían y exclamó: «Echad a todo el mundo de mi lado.» Y no quedó nadie con él mientras se daba a conocer José a sus hermanos. (Génesis 45, 1)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina