Löydetty 345 Tulokset: Saúl

  • David dirigió la palabra a Ajimélek, hitita, y a Abisay, hijo de Sarvia, hermano de Joab, diciendo: «¿Quién quiere bajar conmigo al campamento, donde Saúl?» Abisay respondió: «Yo bajo contigo.» (I Samuel 26, 6)

  • David y Abisay se dirigieron de noche hacia la tropa. Saúl dormía acostado en el centro del campamento, con su lanza, clavada en tierra, a su cabecera; Abner y el ejército estaban acostados en torno a él. (I Samuel 26, 7)

  • Tomó David la lanza y el jarro de la cabecera de Saúl y se fueron. Nadie los vio, nadie se enteró, nadie se despertó. Todos dormían porque se había abatido sobre ellos el sopor profundo de Yahveh. (I Samuel 26, 12)

  • Reconoció Saúl la voz de David y preguntó: «¿Es ésta tu voz, hijo mío David?» Respondió David: «Mi voz es, oh rey, mi señor,» (I Samuel 26, 17)

  • Respondió Saúl: «He pecado. Vuelve, hijo mío, David, no te haré ya ningún mal, ya que mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. Me he portado como un necio y estaba totalmente equivocado.» (I Samuel 26, 21)

  • Dijo Saúl a David: «Bendito seas, hijo mío David. Triunfarás en todas tus empresas.» Siguió David por su camino y Saúl se volvió a su casa. (I Samuel 26, 25)

  • David se dijo a sí mismo: «Algún día voy a perecer a manos de Saúl. Lo mejor será refugiarme en tierra de filisteos. Saúl dejará de perseguirme por todos los términos de Israel y escaparé de sus manos.» (I Samuel 27, 1)

  • Se dio aviso a Saúl que David había huido a Gat y dejó de buscarlo. (I Samuel 27, 4)

  • Samuel había muerto, todo Israel le había llorado y fué sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había echado del país a los nigromantes y adivinos. (I Samuel 28, 3)

  • Habiéndose reunido los filisteos vinieron a acampar en Sunem. Reunió Saúl a todo Israel y acampó en Gelboé. (I Samuel 28, 4)

  • Vio Saúl el campamento de los filisteos y tuvo miedo, temblando sobremanera su corazón. (I Samuel 28, 5)

  • Consultó Saúl a Yahveh, pero Yahveh no le respondió ni por sueños ni por los urim , ni por los profetas. (I Samuel 28, 6)


A firmeza de todo o edifício depende da fundação e do teto! São Padre Pio de Pietrelcina