Löydetty 86 Tulokset: aves prohibidas

  • atados todos como estaban por una misma cadena de tinieblas. El silbido del viento, el melodioso canto de las aves en la enramada, el ruido regulado del agua que corría impetuosa, (Sabiduría 17, 18)

  • Más tarde, vieron además un modo nuevo de nacer las aves; cuando, llevados de la gula, pidieron manjares delicados, (Sabiduría 19, 11)

  • Como aves espantadas, nidada dispersa, serán las hijas de Moab cabe los vados del Arnón. (Isaías 16, 2)

  • Serán dejados juntamente a merced de las aves rapaces de los montes y de las bestias de la tierra; pasarán allí el verano las rapaces y toda bestia terrestre allí invernará. (Isaías 18, 6)

  • Miré, y he aquí que no había un alma, y todas las aves del cielo se habían volado. (Jeremías 4, 25)

  • Como jaula llena de aves, así están sus casas llenas de fraudes. Así se engrandecieron y se enriquecieron, (Jeremías 5, 27)

  • y los cadáveres de este pueblo servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, sin que haya quien las espante. (Jeremías 7, 33)

  • Alzo sobre los montes lloro y lamento, y una elegía por las dehesas del desierto, porque han sido incendiadas; nadie pasa por allí, y no se oyen los gritos del ganado. Desde las aves del cielo hasta las bestias, todas han huido, se han marchado. (Jeremías 9, 9)

  • (¿Hasta cuándo estará de luto la tierra y la hierba de todo el campo estará seca? Por la maldad de los que moran en ella han desaparecido bestias y aves.) Porque han dicho: «No ve Dios nuestros senderos.» (Jeremías 12, 4)

  • Haré que se encarguen de ellos cuatro géneros (de males) - oráculo de Yahveh -: la espada para degollar, los perros para despedazar, las aves del cielo y las bestias terrestres para devorar y estragar. (Jeremías 15, 3)

  • De muertes miserables morirán, sin que sean plañidos ni sepultados. Se volverán estiércol sobre la haz del suelo. Con espada y hambre serán acabados, y serán sus cadáveres pasto para las aves del cielo y las bestias de la tierra. (Jeremías 16, 4)

  • Vaciaré la prudencia de Judá y Jerusalén a causa de este lugar: les haré caer a espada ante sus enemigos por mano de los que busquen su muerte; daré sus cadáveres por comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, (Jeremías 19, 7)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina