Löydetty 91 Tulokset: novillo

  • Ofreceréis en holocausto a Yahveh, como calmante aroma, un novillo, un carnero, siete corderos de un año, que habrán de ser sin defecto; (Números 29, 8)

  • su oblación de flor de harina amasada con aceite, será: tres décimas por el novillo, dos décimas por el carnero, (Números 29, 9)

  • Ofreceréis un holocausto, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha; (Números 29, 36)

  • la oblación y libaciones correspondientes al novillo, al carnero y a los corderos, conforme a su número y según la norma; (Números 29, 37)

  • Cuando lo hubo destetado, lo subió consigo, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, e hizo entrar en la casa de Yahveh, en Silo, al niño todavía muy pequeño. (I Samuel 1, 24)

  • Inmolaron el novillo y llevaron el niño a Elí (I Samuel 1, 25)

  • Que se nos den dos novillos; que elijan un novillo para ellos, que los despedacen y lo pongan sobre la leña, pero que no pongan fuego. Yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, pero no pondré fuego. (I Reyes 18, 23)

  • Elías dijo a los profetas de Baal: «Elegíos un novillo y comenzad vosotros primero, pues sois más numerosos. Invocad el nombre de vuestro dios, pero no pongáis fuego.» (I Reyes 18, 25)

  • Tomaron el novillo que les dieron, lo prepararon e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: «¡Baal, respóndenos!» Pero no hubo voz ni respuesta. Danzaban cojeando junto al altar que habían hecho. (I Reyes 18, 26)

  • Dispuso leña, despedazó el novillo y lo puso sobre la leña. (I Reyes 18, 33)

  • ¿No habéis expulsado a los sacerdotes de Yahveh, los hijos de Aarón y los levitas? ¿No os habéis hecho sacerdotes a la manera de los pueblos de los demás países? Cualquiera que viene con un novillo y siete carneros y pide ser consagrado, es hecho sacerdote de los que no son dioses. (II Crónicas 13, 9)

  • hace brincar como un novillo al Líbano, y al Sarión como cría de búfalo. (Salmos 29, 6)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina