Löydetty 378 Tulokset: persecución de Saúl
Y como Samuel se volviera para marcharse, le asió Saúl el extremo del manto, que se desgarró, (I Samuel 15, 27)
Saúl dijo: «He pecado, pero, con todo, te ruego que me honres ahora delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel y vengas conmigo para que adore a Yahveh tu Dios.» (I Samuel 15, 30)
Volvió Samuel con Saúl y éste adoró a Yahveh. (I Samuel 15, 31)
Partió Samuel para Ramá, y Saúl subió a su casa en Guibeá de Saúl. (I Samuel 15, 34)
Samuel no vio más a Saúl hasta el día de su muerte. Y lloraba Samuel por Saúl, pero Yahveh se había arrepentido de haberle hecho rey de Israel. (I Samuel 15, 35)
Dijo Yahveh a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, después que yo le he rechazado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete. Voy a enviarte a Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.» (I Samuel 16, 1)
Samuel replicó: «¿Cómo voy a ir? Se enterará Saúl y me matará.» Respondió Yahveh: «Lleva contigo una becerra y di: "He venido a sacrificar a Yahveh." (I Samuel 16, 2)
El espíritu de Yahveh se había apartado de Saúl y un espíritu malo que venía de Yahveh le perturbaba. (I Samuel 16, 14)
Dijéronle, pues, los servidores de Saúl: «Mira, un espíritu malo de Dios te aterroriza; (I Samuel 16, 15)
Dijo Saúl a sus servidores: «Buscadme, pues, un hombre que sepa tocar bien y traédmelo.» (I Samuel 16, 17)
Despachó Saúl mensajeros a Jesé que le dijeran: «Envíame a tu hijo David, el que está con el rebaño.» (I Samuel 16, 19)
Tomó Jesé cinco panes, un odre de vino y un cabrito y lo envió a Saúl con su hijo David. (I Samuel 16, 20)