Löydetty 86 Tulokset: Acercó

  • Cuando se acercó a Asdod le mostraron el templo de Dagón incendiado, Asdod y sus alrededores destruidos, los cadáveres abandonados y los restos calcinados de todos los que Jonatán había quemado en la guerra, pues habían hecho montones a lo largo del recorrido del rey. (I Macabeos 11, 4)

  • Por entonces Simón acampó frente a Guézer con su ejército. Construyó una torre móvil y la acercó a la ciudad; atacó una de las torres, y se apoderó de ella. (I Macabeos 13, 43)

  • Puso pie en Judea y se acercó a Bet Sur, plaza bien guarnecida y estratégica, situada en un desfiladero y a unos veinticinco kilómetros de Jerusalén, y la sitió. (II Macabeos 11, 5)

  • A unos los bendijo y exaltó, a otros los santificó y acercó a sí; a otros los maldijo, los humilló y los derribó de sus puestos. (Eclesiástico 33, 12)

  • Aquí estoy, me acerco a vosotros, a vosotros me dirijo: volveréis a ser labrados y sembrados. (Ezequiel 36, 9)

  • Entonces el rey Nabucodonosor se acercó y se quedó estupefacto; se levantó rápidamente y dijo a sus ministros: "¿No hemos echado nosotros al fuego a estos tres hombres atados?". Respondieron al rey: "Ciertamente, oh rey". (Daniel 3, 91)

  • Después Nabucodonosor se acercó a la boca del horno de fuego ardiente y dijo: "¡Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios altísimo, salid fuera y venid aquí!". Sidrac, Misac y Abdénago salieron del fuego. (Daniel 3, 93)

  • Se acercó al carnero de dos cuernos que yo había visto situado delante del río, y se abalanzó contra él con todo el furor de su fuerza. (Daniel 8, 6)

  • Gabriel se llegó donde yo estaba. Cuando se acercó, quedé espantado y caí de bruces. Él me dijo: Hijo de hombre, entiende que la visión se refiere al tiempo del fin. (Daniel 8, 17)

  • aún tenía en los labios las palabras de mi oración, cuando Gabriel, aquel personaje que había visto anteriormente en visión, volando raudo, se acercó a mí, hacia la hora de la ofrenda de la tarde, (Daniel 9, 21)

  • Entonces se acercó a ella un joven que estaba escondido en el jardín y se acostó con ella. (Daniel 13, 37)

  • El día séptimo vino el rey a llorar a Daniel; se acercó al foso, miró y vio que Daniel estaba allí sentado. (Daniel 14, 40)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina