Löydetty 75 Tulokset: Extranjero

  • Cualquier israelita o extranjero residente que coma la sangre, cualquiera que sea, será objeto de mi aborrecimiento; yo me volveré contra él y lo extirparé de su pueblo, (Levítico 17, 10)

  • Por eso he dicho a los israelitas: Ni vosotros ni el extranjero residente comeréis sangre. (Levítico 17, 12)

  • Si un israelita o un extranjero residente caza un animal o un ave cuyas carnes se pueden comer, verterá la sangre y la cubrirá con la tierra, (Levítico 17, 13)

  • El indígena o extranjero residente que comiere carne muerta o destrozada por las fieras, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde; entonces será puro. (Levítico 17, 15)

  • Guardad mis leyes y mis mandamientos, no cometáis ninguna de estas infamias, ni el indígena, ni el extranjero residente. (Levítico 18, 26)

  • no harás el rebusco en tus viñas ni prestarás atención a la fruta caída de tu huerta; lo dejarás para el pobre y el extranjero: yo, el Señor, vuestro Dios. (Levítico 19, 10)

  • Si un extranjero se establece en vuestra tierra, en medio de vosotros, no lo molestaréis; (Levítico 19, 33)

  • "Di a los israelitas: Cualquier israelita o extranjero residente que entregue alguno de sus hijos a Moloc, será castigado con la muerte: el pueblo lo matará a pedradas. (Levítico 20, 2)

  • "Di a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas: Cuando un israelita o extranjero residente quiera hacer una ofrenda voluntaria, (Levítico 22, 18)

  • ni las aceptaréis tampoco de manos de un extranjero para ofrecerlas en alimento a vuestro Dios, pues están deformes y taradas y no serían aceptadas". (Levítico 22, 25)

  • Cuando hagáis la recolección de vuestros campos, no los segarás hasta la misma orilla, ni recogerás las espigas caídas; lo dejarás para el pobre y el extranjero: yo, el Señor, vuestro Dios". (Levítico 23, 22)

  • y el que blasfeme el nombre del Señor será castigado con la muerte; toda la comunidad lo apedreará. El que blasfeme el nombre del Señor morirá, tanto el extranjero como el indígena. (Levítico 24, 16)


“É loucura fixar o olhar no que rapidamente passa”. São Padre Pio de Pietrelcina