Löydetty 203 Tulokset: Jonatán

  • Así hubo paz en Israel, y Jonatán fijó su residencia en Micmás, donde comenzó a gobernar al pueblo y a exterminar a la gente perversa de Israel. (I Macabeos 9, 73)

  • Al mismo tiempo mandó a Jonatán una carta con propuestas de amistad y promesas de engrandecerle en el poder. (I Macabeos 10, 3)

  • Jonatán fue a Jerusalén y leyó la carta delante de todo el pueblo y de los de la ciudadela, (I Macabeos 10, 7)

  • Los de la ciudadela entregaron los rehenes a Jonatán, quien los devolvió a sus parientes. (I Macabeos 10, 9)

  • Jonatán fijó entonces su residencia en Jerusalén y comenzó a reconstruir y renovar la ciudad. (I Macabeos 10, 10)

  • Entretanto, el rey Alejandro se enteró de las promesas hechas por Demetrio a Jonatán. Le contaron también las batallas que habían librado y los actos heroicos que habían realizado él y sus hermanos, así como las penalidades que habían pasado. (I Macabeos 10, 15)

  • "El rey Alejandro al hermano Jonatán, salud. (I Macabeos 10, 18)

  • Jonatán fue investido sumo sacerdote el séptimo mes del año 160 en la fiesta de los tabernáculos. Reclutó muchos soldados y fabricó muchas armas. (I Macabeos 10, 21)

  • Jonatán y el pueblo oyeron esto; pero ni lo creyeron, ni lo aceptaron, pues tenían vivo el recuerdo de los grandes males y de la dura opresión que Demetrio había causado a Israel. (I Macabeos 10, 46)

  • El rey Alejandro había escrito también a Jonatán para que se entrevistara con él. (I Macabeos 10, 59)

  • Jonatán llegó a Tolemaida con gran pompa, y se entrevistó con los dos reyes. A los dos y a sus amigos les ofreció una gran cantidad de oro y plata y otros muchos regalos, ganándose así su favor. (I Macabeos 10, 60)

  • Más aún, mandó que Jonatán se quitara sus vestiduras y fuese revestido de púrpura, como se hizo. (I Macabeos 10, 62)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina