Löydetty 119 Tulokset: Justos

  • El Señor está lejos de los criminales, pero escucha la oración de los justos. (Proverbios 15, 29)

  • La balanza y los platillos justos son del Señor, y obra suya son todas las pesas de la bolsa. (Proverbios 16, 11)

  • El rey concede su favor a los labios justos, y ama al que habla con rectitud. (Proverbios 16, 13)

  • Cuando los justos triunfan, la fiesta es grande; cuando dominan los injustos, todo el mundo se esconde. (Proverbios 28, 12)

  • Cuando los malos dominan, todo el mundo se esconde; cuando desaparecen, los justos se multiplican. (Proverbios 28, 28)

  • Cuando los justos gobiernan, el pueblo está alegre; cuando dominan los opresores, el pueblo gime. (Proverbios 29, 2)

  • Cuando dominan los malhechores, se multiplica el crimen; pero los justos verán su caída. (Proverbios 29, 16)

  • Los hombres justos odian a los criminales y los criminales odian a los justos. (Proverbios 29, 27)

  • Pero se da vanidad sobre la tierra, porque hay justos a quienes sucede lo que merece la conducta de los injustos, y hay injustos a quienes sucede lo que merece la conducta de los justos. Digo que también esto es vanidad. (Eclesiastés 8, 14)

  • Ciertamente he examinado todo esto, y he comprobado que los justos y los sabios y sus obras están en las manos de Dios. El hombre no conoce ni el amor ni el odio, y ambas cosas son a sus ojos (Eclesiastés 9, 1)

  • Somos para él como escoria, se aparta de nuestros caminos como si apestasen. Proclama feliz la suerte de los justos, y se gloría de tener a Dios por padre. (Sabiduría 2, 16)

  • Las almas de los justos están en las manos de Dios y ningún tormento los alcanzará. (Sabiduría 3, 1)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina