Löydetty 813 Tulokset: cortinas del templo

  • las cortinas del atrio, sus columnas y sus basas; la cortina de la entrada del atrio, sus cuerdas y sus estacas y todos los utensilios del servicio del tabernáculo para la tienda de la reunión; (Exodo 39, 40)

  • "Si un individuo comete un sacrificio pecando por inadvertencia contra los derechos sagrados del Señor, presentará al Señor, como sacrificio de reparación, un carnero del ganado sin defecto, valorado y calculado en plata, según la tasa oficial del templo. (Levítico 5, 15)

  • de las cortinas del atrio, de la portezuela de entrada al atrio, que rodea la morada y el altar, y de las cuerdas necesarias para todo el servicio. (Números 3, 26)

  • llevarán las cortinas de la morada, la tienda de la reunión con su cubierta y la cubierta de pieles de tejón que la recubre; (Números 4, 25)

  • las cortinas del atrio, la portezuela de entrada del atrio que rodea la tienda y el altar, las cuerdas y todos los accesorios necesarios para su servicio. Y harán con ellos todo lo que sea necesario. (Números 4, 26)

  • Y le dieron setenta monedas de plata del templo de Baal Berit. Con ellas Abimelec pagó el sueldo a mercenarios y aventureros que le siguieron. (Jueces 9, 4)

  • ellos salieron al campo, vendimiaron sus viñas, pisaron la uva y organizaron una gran fiesta; entraron en el templo de su dios, comieron y bebieron y maldijeron a Abimelec. (Jueces 9, 27)

  • Cuando los nobles de Torre Siquén lo supieron, se refugiaron en la cripta del templo de El Berit. (Jueces 9, 46)

  • Toda la tropa cortó una rama; siguieron a Abimelec, amontonaron las ramas sobre la cripta del templo y les prendieron fuego. Y perecieron todos los de Torre Siquén, alrededor de mil entre hombres y mujeres. (Jueces 9, 49)

  • Cuando le quitó el pecho, lo llevó consigo al templo del Señor en Silo. Llevó también tres novillos, media fanega de harina y un odre de vino. (I Samuel 1, 24)

  • La lámpara de Dios todavía no estaba apagada, y Samuel dormía en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. (I Samuel 3, 3)

  • Samuel siguió acostado hasta la mañana, y entonces abrió las puertas del templo del Señor. Samuel tenía miedo de contar a Elí la visión que había tenido. (I Samuel 3, 15)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina