Löydetty 813 Tulokset: cortinas del templo

  • El año cuarto, el mes de ziv, se echaron los cimientos del templo del Señor; (I Reyes 6, 37)

  • El atrio grande tenía en derredor tres órdenes de piedras, talladas a escuadra, y uno de vigas de cedro; y lo mismo el atrio interno del templo del Señor y el atrio del palacio. (I Reyes 7, 12)

  • Colocó cinco basas al lado derecho del templo y cinco al lado izquierdo, y la pila la puso al lado derecho del edificio, al sudeste. (I Reyes 7, 39)

  • Jirán hizo también los calderos, palas y aspersorios. Así terminó Jirán de hacer toda la obra que llevó a cabo para el rey Salomón en el templo del Señor: (I Reyes 7, 40)

  • los calderos, las palas y los aspersorios. Todos estos utensilios que Jirán hizo al rey para el templo del Señor eran de bronce bruñido. (I Reyes 7, 45)

  • Salomón hizo todos los demás utensilios del templo del Señor: el altar de oro; la mesa de oro, sobre la que se ponían los panes de la proposición; (I Reyes 7, 48)

  • Cuando se terminaron todas las obras que el rey Salomón mandó hacer en el templo llevó todos los objetos que su padre, David, había dedicado al Señor: la plata, el oro, los utensilios, y los depositó en el tesoro del templo del Señor. (I Reyes 7, 51)

  • Los sacerdotes pusieron el arca de la alianza del Señor en el lugar santísimo del templo, bajo las alas de los querubines, (I Reyes 8, 6)

  • Mientras los sacerdotes salían del santuario, una nube llenó el templo del Señor, (I Reyes 8, 10)

  • de modo que los sacerdotes no pudieron continuar su servicio a causa de la nube, pues la gloria del Señor había llenado el templo. (I Reyes 8, 11)

  • Desde el día que saqué a mi pueblo de Egipto, no he escogido ninguna ciudad de entre las tribus de Israel para que se me construyera en ella un templo a mi nombre, sino que elegí a David para que estuviese al frente de mi pueblo Israel. (I Reyes 8, 16)

  • Ahora bien, mi padre David quiso construir un templo en honor del Señor, Dios de Israel. (I Reyes 8, 17)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina