Löydetty 284 Tulokset: hija

  • Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: "El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Da tu hija por esposa a mi hijo. Pero pasaron las fieras del Líbano y pisotearon el cardo. (II Reyes 14, 9)

  • Tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó dieciséis años en Jerusalén. Su madre, hija de Sadoc, se llamaba Yerusá. (II Reyes 15, 33)

  • Tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Abi, y era hija de Zacarías. (II Reyes 18, 2)

  • Ésta es la palabra que el Señor ha pronunciado contra él: Te desprecia, se burla de ti la virgen hija de Sión, detrás de ti menea la cabeza la hija de Jerusalén. (II Reyes 19, 21)

  • Amón tenía veintidós años cuando subió al trono, y reinó dos años en Jerusalén. Su madre se llamaba Mesulémet, hija de Jarús, de Yotbá. (II Reyes 21, 19)

  • Josías tenía ocho años cuando subió al trono, y reinó treinta y un años en Jerusalén. Su madre se llamaba Yedidá, hija de Adaya, de Boscat. (II Reyes 22, 1)

  • Además profanó el Tofet en el valle de Ben Hinnón, para que nadie pasase a su hijo o a su hija por el fuego en honor de Moloc. (II Reyes 23, 10)

  • Joacaz tenía veintitrés años cuando subió al trono, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Jamutal, hija de Jeremías, de Libná. (II Reyes 23, 31)

  • Joaquín tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Zebida, hija de Pedayas, de Rumá. (II Reyes 23, 36)

  • Jeconías tenía dieciocho años cuando subió al trono, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elnatán, de Jerusalén. (II Reyes 24, 8)

  • Sedecías tenía veintiún años cuando subió al trono, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jamutal, hija de Jeremías, de Libná. (II Reyes 24, 18)

  • Murió Baal Janán y le sucedió Hodad; su ciudad se llamaba Pani y su mujer Mehetabel, hija de Matred de Mezahab. (I Crónicas 1, 50)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina