Löydetty 284 Tulokset: hija

  • Hijos de Judá: Er, Onán y Selá; los tres le nacieron de la hija de Súa, la cananea. Er, primogénito de Judá, era malo a los ojos del Señor, que lo hizo morir. (I Crónicas 2, 3)

  • Jesrón a los sesenta años se casó con la hija de Maquir, padre de Galaad, de la que tuvo a Segub. (I Crónicas 2, 21)

  • También dio a luz a Sáaf, padre de Madmaná, y a Sebá, padre de Macbená y de Guibeá. Caleb tuvo también una hija llamada Axa. (I Crónicas 2, 49)

  • Absalón, el tercero, hijo de Maacá, hija de Talmay, rey de Guesur; Adonías, el cuarto hijo de Yaguit; (I Crónicas 3, 2)

  • donde le nacieron estos hijos: Samúa, Sobab, Natán y Salomón, los cuatro de Betsabé, hija de Aahiel; (I Crónicas 3, 5)

  • la mujer de éste, que era judía, dio a luz a Yéred, padre de Guedor; a Jeber, padre de Soco, y a Yecutiel, padre de Zanóaj. Éstos son los hijos de Bitía, la hija del Faraón, esposa de Méred. (I Crónicas 4, 18)

  • Su hija Será edificó Bejorón de Abajo y Bejorón de Arriba y Uzenserá. (I Crónicas 7, 24)

  • Cuando el arca de la alianza del Señor llegó a la ciudad de David, Mical, la hija de Saúl, estaba mirando por la ventana, y al ver al rey David saltando y bailando, lo despreció en su corazón. (I Crónicas 15, 29)

  • Salomón trasladó a la hija del Faraón de la ciudad de David al palacio que había construido para ella, pues se decía: "Una mujer mía no puede habitar en el palacio de David, rey de Israel, porque los lugares donde ha estado el arca del Señor son lugares santos". (II Crónicas 8, 11)

  • Roboán se casó con Majalat, hija de Yerimot, hijo de David y Abijaíl, hija de Eliab y nieta de Jesé, (II Crónicas 11, 18)

  • Después se casó con Maacá, hija de Absalón, con la que tuvo éstos: Abías, Atay, Zizá y Selomit. (II Crónicas 11, 20)

  • Roboán amó a Maacá, hija de Absalón, más que a todas las demás mujeres y concubinas. Tuvo dieciocho mujeres y sesenta concubinas, con las que tuvo veintiocho hijos y sesenta hijas. (II Crónicas 11, 21)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina