Löydetty 67 Tulokset: llega
Él les había dicho: ¡Es el reposo; dejad que reposen los cansados, llega la calma! (Isaías 28, 12)
Su soplo es cual corriente desbordada, que llega hasta el cuello, para cribar a las naciones con criba destructora y poner un bocado extraviador en las quijadas de los pueblos. (Isaías 30, 28)
La hierba se seca, la flor se marchita, cuando el soplo del Señor le llega. ¡Sí, el pueblo es la hierba! (Isaías 40, 7)
Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor despunta sobre ti, (Isaías 60, 1)
¿Quién es éste que llega de Edón, de Bosra, con vestidos de púrpura; que, espléndido en su aderezo, avanza majestuoso en la plenitud de su fuerza? Soy yo, el que profeso la justicia y soy grande en salvar. (Isaías 63, 1)
que dicen al leño: "Tú eres mi padre", y a la piedra: "Tú me has engendrado". Ellos me dan la espalda y no la cara, mas cuando llega la desgracia gritan: "¡Levántate, sálvanos!". (Jeremías 2, 27)
Esto dice el Señor: Mirad, un pueblo llega del país del norte, una gran nación se levanta de los confines de la tierra. (Jeremías 6, 22)
Sí, un lamento llega de Sión: ¡Ah, en qué desastre estamos! ¡Qué vergüenza nos cubre! ¡Tener que abandonar la patria y dejar nuestra casa! (Jeremías 9, 18)
¡Escuchad! ¡Ya llega la noticia! Un gran tumulto viene del norte a reducir las ciudades de Judá a un desierto, cobijo de chacales. (Jeremías 10, 22)
¿Has desechado del todo a Judá, sientes náuseas de Sión? ¿Por qué nos has herido sin esperanza de remedio? ¡Esperábamos paz, y nada bueno llega; el tiempo de curación, y he aquí el espanto! (Jeremías 14, 19)
Es como tamarisco en la estepa, que no siente cuándo llega la dicha, porque arraiga en los lugares abrasados del desierto, en tierra salobre y despoblada. (Jeremías 17, 6)
Es como un árbol plantado junto al agua, que alarga hacia la corriente sus raíces; nada teme cuando llega el calor; su follaje se mantiene verde; en año de sequía no se preocupa, ni deja de producir sus frutos. (Jeremías 17, 8)