Löydetty 802 Tulokset: medidas del templo
destruyeron también la estatua de Baal y demolieron su templo, convirtiéndolo en un muladar hasta nuestros días. (II Reyes 10, 27)
Y estuvo escondido con ella seis años en el templo del Señor, mientras Atalía reinaba en el país. (II Reyes 11, 3)
El año séptimo Yehoyadá mandó llamar a los jefes de centuria de los carios y de la escolta real y los hizo venir adonde él estaba, al templo del Señor. Hizo con ellos un pacto, y tomándoles juramento en el templo del Señor, les mostró al hijo del rey. (II Reyes 11, 4)
y el otro tercio que está en la puerta del sur y el tercio que guarda la puerta que está detrás de la escolta real, haréis la guardia del templo por turno; (II Reyes 11, 6)
los otros dos grupos vuestros, es decir, todos los que salen de servicio el sábado, harán la guardia en el templo del Señor junto al rey; (II Reyes 11, 7)
El sacerdote entregó a los jefes de centuria las lanzas y los escudos del rey David, que estaban en el templo del Señor. (II Reyes 11, 10)
Los de la escolta real se apostaron, cada cual con sus armas en la mano, de sur a norte, entre el altar y el templo, alrededor del rey. (II Reyes 11, 11)
Cuando Atalía oyó los gritos de la guardia y del pueblo, fue al templo del Señor donde estaban todos. (II Reyes 11, 13)
Pero el sacerdote Yehoyadá ordenó a los jefes de centuria, que mandaban la fuerza: "¡Sacadla de las filas y matad al que la siga!". Porque el sacerdote había dicho: "Que no la maten en el templo del Señor". (II Reyes 11, 15)
El pueblo entero fue al templo de Baal y lo destruyeron; hicieron pedazos los altares y sus imágenes, mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal. Después, el sacerdote Yehoyadá puso guardias en el templo del Señor (II Reyes 11, 18)
y reunió a los jefes de centuria, a los carios, a los de la escolta real y a todo el pueblo. Llevaron al rey del templo del Señor al palacio real, entrando por la puerta de la escolta regia, y el monarca se sentó sobre el trono de los reyes. (II Reyes 11, 19)
Joás dijo a los sacerdotes: "Todo el dinero que traigan al templo del Señor: el dinero de cada israelita empadronado, el dinero establecido por el rescate de las personas y todo el dinero que cada uno tenga a bien traer al templo del Señor, (II Reyes 12, 5)