Löydetty 876 Tulokset: ojo

  • Él les contestó: "Es curioso: Vosotros no sabéis ni de dónde es, y él me ha abierto los ojos. (Juan 9, 30)

  • Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento. (Juan 9, 32)

  • Otros decían: "Estas palabras no son de un endemoniado. ¿Es que un endemoniado puede abrir los ojos a los ciegos?". (Juan 10, 21)

  • Pero algunos dijeron: "Éste, que abrió los ojos al ciego, ¿no pudo impedir que Lázaro muriese?". (Juan 11, 37)

  • Entonces quitaron la piedra. Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado. (Juan 11, 41)

  • Les has cegado sus ojos y has embotado su mente para que sus ojos no vean ni su mente comprenda; así no podrán convertirse ni yo los tendré que sanar. (Juan 12, 40)

  • Y Jesús respondió: "Aquel a quien yo dé un trozo de pan mojado". Mojó el pan y se lo dio a Judas, el de Simón Iscariote. (Juan 13, 26)

  • Así habló Jesús. Luego, levantando sus ojos al cielo, dijo: "Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu hijo, para que tu hijo te glorifique a ti, (Juan 17, 1)

  • Todos los días llevaban a un cojo de nacimiento y lo ponían a la puerta del templo llamada Hermosa para pedir limosna a los que entraban. (Hechos 3, 2)

  • Pedro y Juan clavaron sus ojos en él; y Pedro le dijo: "Míranos". (Hechos 3, 4)

  • Entonces todos los que estaban sentados en el tribunal clavaron sus ojos en él y vieron su rostro como el rostro de un ángel. (Hechos 6, 15)

  • Él fue quien los sacó, obrando prodigios y milagros en Egipto, en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años. (Hechos 7, 36)


“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina