Löydetty 1028 Tulokset: puertas de la ciudad
Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por el testimonio de la mujer, que decía: "Me ha adivinado todo lo que he hecho". (Juan 4, 39)
Por eso Jesús no andaba ya públicamente entre los judíos, sino que se fue a una región cerca del desierto, a una ciudad llamada Efraín, y allí se quedó con sus discípulos. (Juan 11, 54)
No temas, ciudad de Sión; mira, tu rey viene montado en un asno. (Juan 12, 15)
Muchos judíos leyeron la inscripción, porque donde Jesús fue crucificado era un sitio cercano a la ciudad; y estaba escrito en hebreo, en latín y en griego. (Juan 19, 20)
En la tarde de aquel día, el primero de la semana, y estando los discípulos con las puertas cerradas por miedo a los judíos, llegó Jesús, se puso en medio y les dijo: "¡La paz esté con vosotros!". (Juan 20, 19)
Ocho días después, estaban nuevamente allí dentro los discípulos, y Tomás con ellos. Jesús llegó, estando cerradas las puertas, se puso en medio y les dijo: "¡La paz esté con vosotros!". (Juan 20, 26)
Así ha sido. En esta ciudad, Herodes y Poncio Pilato se confabularon con los paganos y gentes de Israel contra tu santo siervo Jesús, tu mesías, (Hechos 4, 27)
Pero un ángel del Señor abrió por la noche las puertas de la cárcel, los sacó y dijo: (Hechos 5, 19)
"Hemos encontrado la cárcel bien cerrada y los guardias junto a las puertas; pero al abrir no hemos encontrado a nadie dentro". (Hechos 5, 23)
lo llevaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos habían dejado sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo. (Hechos 7, 58)
Felipe llegó a la ciudad de Samaría, y se puso a predicar a Cristo. (Hechos 8, 5)
La ciudad se llenó de alegría. (Hechos 8, 8)