Löydetty 64 Tulokset: rey Sedecías

  • Y quedarán como tipo de maldición entre todos los desterrados de Judá que están en Babilonia, los cuales dirán: El Señor haga contigo como con Sedecías y con Ajab, a quienes el rey de Babilonia tostó al fuego. (Jeremías 29, 22)

  • Palabra que el Señor dirigió a Jeremías el año décimo de Sedecías, rey de Judá, esto es, el año dieciocho de Nabucodonosor. (Jeremías 32, 1)

  • donde le había mandado encerrar el rey Sedecías con esta acusación: "¿Por qué andas profetizando y proclamando: Esto dice el Señor: Yo entregaré esta ciudad en manos del rey de Babilonia, quien la tomará; (Jeremías 32, 3)

  • y Sedecías, rey de Judá, no escapará de las manos de los caldeos, sino que caerá sin remedio en manos del rey de Babilonia, que podrá hablar con él cara a cara y sus ojos verán los ojos de él, (Jeremías 32, 4)

  • y conducirá a Sedecías a Babilonia, donde estará hasta que yo me ocupe de él -dice el Señor-. Si vosotros combatís contra los caldeos, no tendréis éxito?". (Jeremías 32, 5)

  • Esto dice el Señor, Dios de Israel: Vete a hablar a Sedecías, rey de Judá, y dile: Esto dice el Señor: Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, que la prenderá fuego. (Jeremías 34, 2)

  • Sin embargo, escucha, oh Sedecías, rey de Judá, la palabra del Señor: Esto dice el Señor: No caerás a espada, (Jeremías 34, 4)

  • El profeta Jeremías refirió todo esto a Sedecías, rey de Judá, en Jerusalén, (Jeremías 34, 6)

  • Palabra dirigida a Jeremías de parte del Señor, después que el rey Sedecías contrajo con todo el pueblo de Jerusalén un compromiso para proclamar una manumisión: (Jeremías 34, 8)

  • Entregaré también a Sedecías, rey de Judá, y a sus oficiales en manos de sus enemigos, de aquellos que buscan su muerte, en poder del ejército de Babilonia, que acaba de replegarse lejos de vosotros. (Jeremías 34, 21)

  • bajó al palacio real, a la sala del secretario, donde estaban reunidos en sesión todos los dignatarios: Elisamá, el secretario; Delayas, hijo de Semayas; Elnatán, hijo de Acbor; Gamarías, hijo de Safán; Sedecías, hijo de Ananías, y todos los demás dignatarios. (Jeremías 36, 12)

  • Sedecías, hijo de Josías, sucedió en el trono a Jeconías, hijo de Joaquín, a quien Nabucodonosor, rey de Babilonia, había constituido rey del país de Judá. (Jeremías 37, 1)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina