I Reyes, 11

33. Porque él me abandonó y se postró delante de Astarté, la diosa de los sidonios, delante de Quemós, el dios de Moab, y delante de Milcóm, el dios de los amonitas, y porque no siguió mis caminos haciendo lo que es recto a mis ojos y practicando mis preceptos y mis leyes como su padre David.

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1 Kings 11 describe la apostasía del rey Salomón, quien desobedeció al Señor al casarse con muchas mujeres extranjeras y permitirles introducir idolatría en Israel. El capítulo también habla sobre el final del reinado de Salomón y la división del reino de Israel después de su muerte. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas abordados en 1 Kings 11:

Deuteronomio 17:17: "Y no te llevarás a muchas mujeres, para que tu corazón no se desvíe; y no acumulará mucha plata y mucho oro". Este versículo muestra cómo Salomón desobedeció esta ley de Dios, casándose con muchas mujeres extranjeras que trajeron idolatría a Israel.

1 Reis 11:4: "Porque sucedeu que, no tempo em que Salomão era velho, suas mulheres lhe perverteram o coração para seguir outros deuses; e o seu coração não era perfeito para com o Senhor seu Deus, como o coração de Davi, Su padre." Este versículo muestra cómo Salomón permitió que sus muchas esposas influyeran en él y lo llevaron a desobedecer al Señor.

1 Reyes 11:9: "Y el Señor estaba indignado contra Salomón, porque su corazón se había desviado del Señor, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces". Este versículo muestra la reacción de Dios a la apostasía de Salomón y cómo estaba enojado con el rey por su desobediencia.

1 Reyes 11:11: "Y el Señor le dijo a Salomón, porque esto ha estado en ti, que no has mantenido mi pacto y mis estatutos que te envié, seguramente te desgarraré este reino, y lo daré a tu sirviente ". Este versículo muestra cómo Dios castigó a Salomón por su desobediencia, dividiendo el reino de Israel después de su muerte.

1 Reyes 11:43: "Y Salomón se acostó con sus padres, y fue enterrado en la ciudad de David, su padre; y Robuam, su hijo, reinó en su lugar". Este versículo muestra cómo el reinado de Salomón llegó a su fin, dejando un legado mixto de gran sabiduría y riqueza, pero también de desobediencia y apostasía.