12. ¿Por qué te deprimes, alma mía? ¿Por qué te inquietas? Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias, a él, que es mi salvador y mi Dios.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina