Deuteronomio, 20

La Biblia de Jerusalén

1 Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y veas caballos, carros y un pueblo más numeroso que tú, no les tengas miedo; porque está contigo Yahveh tu Dios, el que te sacó del país de Egipto.

2 Cuando estéis para entablar combate, el sacerdote se adelantará y hablará al pueblo.

3 Les dirá: «Escucha, Israel; hoy vais a entablar combate con vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no tengáis miedo ni os turbéis, ni tembléis ante ellos,

4 porque Yahveh vuestro Dios marcha con vosotros para pelear en favor vuestro contra vuestros enemigos y salvaros.»

5 Luego los escribas hablarán al pueblo y dirán: «¿Quién ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado todavía? Váyase y vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y la estrene otro hombre.

6 «¿Quién ha plantado una viña y todavía no la ha disfrutado? Váyase y vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y la disfrute otro.

7 «¿Quién se ha desposado con una mujer y no se ha casado aún con ella? Váyase y vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y se case con ella otro hombre.»

8 Los escribas dirán además al pueblo: «¿Quién tiene miedo y siente enflaquecer su ánimo? Váyase y vuelva a su casa, para que no desanime el corazón de sus hermanos como lo está el suyo.»

9 En cuanto los escribas hayan acabado de hablar al pueblo, se pondrán al frente de él jefes de tropa.

10 Cuando te acerques a una ciudad para combatir contra ella, le propondrás la paz.

11 Si ella te responde con la paz y te abre sus puertas, todo el pueblo que se encuentre en ella te deberá tributo y te servirá.

12 Pero si no hace la paz contigo y te declara la guerra, la sitiarás.

13 Yahveh tu Dios la entregará en tus manos, y pasarás a filo de espada a todos sus varones;

14 las mujeres, los niños, el ganado, todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, lo tomarás como botín. Comerás los despojos de los enemigos que Yahveh tu Dios te haya entregado.

15 Así has de tratar a las ciudades muy alejadas de ti, que no forman parte de estas naciones.

16 En cuanto a las ciudades de estos pueblos que Yahveh tu Dios te da en herencia, no dejarás nada con vida,

17 sino que las consagrarás al anatema: a hititas, amorreos, cananeos, perizitas, jivitas, y jebuseos, como te ha mandado Yahveh tu Dios,

18 para que no os enseñen a imitar todas esas abominaciones que ellos hacían en honor de sus dioses: ¡pecaríais contra Yahveh vuestro Dios!

19 Si, al atacar una ciudad, tienes que sitiarla mucho tiempo para tomarla, no destruirás su arbolado metiendo en él el hacha; te alimentarás de él sin talarlo. ¿Son acaso hombres los árboles del campo para que los trates como a sitiados?

20 Sin embargo podrás destruir y cortar los árboles que sabes que no son frutales, y hacer con ellos obras de asedio contra esa ciudad que está en guerra contigo, hasta que caiga.




Versículos relacionados com Deuteronomio, 20:

Deuteronomio 20 habla sobre las leyes de guerra para los israelitas. El capítulo presenta las instrucciones que deben seguirse cuando las personas van a la batalla, incluyendo quién puede luchar, cómo prepararse para la guerra y qué hacer con los cautivos y el botín. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas abordados en Deuteronomio 20:

Salmo 144:1: "Bendito sea el Señor, mi roca, que entrena mis manos a la guerra, mis dedos para luchar". Este versículo destaca la importancia de la preparación para la guerra, que se enfatiza en Deuteronomio 20.

1 Samuel 17:47: "Y toda esta asamblea sabrá que el Señor no salva por la espada o la lanza; porque la batalla es del Señor, y él los entregará a todos en nuestras manos". Este verso enfatiza que la victoria en la guerra proviene de Dios y no de las habilidades de los combatientes, un tema presente en Deuteronomio 20.

2 Reyes 6:16: "No tengas miedo", dijo, "los que están con nosotros son más que los que están con ellos". Este versículo muestra cómo la confianza de Dios puede ayudar a los israelitas a enfrentar desafíos en la guerra, cómo se enfatiza en Deuteronomio 20.

Proverbios 21:31: "El caballo está preparado para el día de la batalla, pero la victoria proviene del Señor". Este versículo enfatiza la importancia de la preparación para la guerra, pero también señala que la victoria proviene de Dios, como se enfatiza en Deuteronomio 20.

2 Crónicas 20:15: "Él dijo, escucha, todos de Judá y Jerusalén! ¡No tengas miedo o desanimes por esta gran multitud, porque la batalla no es tuya, sino de Dios". Este verso enfatiza que la victoria en la guerra proviene de Dios y no de las habilidades de los combatientes, un tema presente en Deuteronomio 20.



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