5. Pues bien, los dos hijos tuyos que te nacieron en Egipto antes de venir yo a Egipto a reunirme contigo, míos son: Efraím y Manasés, igual que Rubén y Simeón, serán míos.





“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina