Aiheeseen liittyvät säkeet I Crónicas, 15:
1 Crónicas 15 narra el segundo intento de David de llevar el arca del pacto a Jerusalén, esta vez siguiendo las instrucciones de Dios para transportarlo correctamente. El capítulo destaca la importancia de la adoración y la música en la adoración de Dios. De este capítulo, elegí cinco versos relacionados con los temas de adoración, música, santidad, obediencia y liderazgo, que se pueden encontrar en otras partes de la Biblia.
Salmo 95:6: "Oh, ven, adoremos y postremos; arrodárselamos ante el Señor, quien nos creó". David entendió la importancia de adorar a Dios con reverencia y sumisión. Este verso del Salmo 95 destaca la importancia de adorar a Dios con humildad.
Salmo 150:4: "Alabarlo con adufies y bailes; alabarlo con instrumentos y flautas de cuerda". David valoró la música en la adoración de Dios, y este versículo del Salmo 150 destaca la importancia de usar instrumentos musicales para alabar a Dios.
Levítico 11:44: "Porque yo soy el Señor, tu Dios, por lo tanto, santificar y sed santo, porque soy santo". David entendió la importancia de la santidad en la adoración de Dios, y este verso de Levítico destaca la importancia de la santidad en nuestras vidas.
Deuteronomio 28:1: "Y si escuchas la voz del Señor tu Dios, teniendo cuidado de mantener todos tus mandamientos que te ordeno hoy, el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra". David aprendió de sus errores anteriores y siguió las instrucciones de Dios para transportar el arca correctamente. Este verso de Deuteronomio destaca la importancia de la obediencia a los mandamientos de Dios.
2 Crónicas 5:12-13: "Y los levitas jugaron, todos ellos, platillos, laúes y arpas, ya son doscientos veinte cantantes con sus voces unísonas, para hacer un sonido, alabar y celebrar el Señor; criarlos; Su voz con trompetas, platillos y otros instrumentos musicales, y alabando al Señor, diciendo, porque es bueno, porque su amabilidad dura para siempre, luego la casa llena de una nube, a saber, la Casa del Señor ". Este verso de 2 Crónicas destaca la importancia del liderazgo de David en la organización de la adoración de Dios y cómo la adoración y la música pueden conducir a la manifestación de la presencia de Dios.