2. La casa de David había recibido este aviso: «Aram se ha unido con Efraím», y se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del bosque por el viento.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina