Sabiduría, 9

La Biblia de Jerusalén

1 «Dios de los Padres, Señor de la misericordia, que hiciste el universo con tu palabra,

2 y con tu Sabiduría formaste al hombre para que dominase sobre los seres por ti creados,

3 administrase el mundo con santidad y justicia y juzgase con rectitud de espíritu,

4 dame la Sabiduría, que se sienta junto a tu trono, y no me excluyas del número de tus hijos.

5 Que soy un siervo tuyo, hijo de tu sierva, un hombre débil y de vida efímera, poco apto para entender la justicia y las leyes.

6 Pues, aunque uno sea perfecto entre los hijos de los hombres, si le falta la Sabiduría que de ti procede, en nada será tenido.

7 Tú me elegiste como rey de tu pueblo, como juez de tus hijos y tus hijas;

8 tú me ordenaste edificar un santuario en tu monte santo y un altar en la ciudad donde habitas, imitación de la Tienda santa que habías preparado desde el principio.

9 Contigo está la Sabiduría que conoce tus obras, que estaba presente cuando hacías el mundo, que sabe lo que es agradable a tus ojos, y lo que es conforme a tus mandamientos.

10 Envíala de los cielos santos, mándala de tu trono de gloria para que a mi lado participe en mis trabajos y sepa yo lo que te es agradable,

11 pues ella todo lo sabe y entiende. Ella me guiará prudentemente en mis empresas y me protegerá con su gloria.

12 Entonces mis obras serán aceptables, juzgaré a tu pueblo con justicia y seré digno del trono de mi padre.

13 ¿Qué hombre, en efecto, podrá conocer la voluntad de Dios? ¿Quién hacerse idea de lo que el Señor quiere?

14 Los pensamientos de los mortales son tímidos e inseguras nuestras ideas,

15 pues un cuerpo corruptible agobia el alma y esta tienda de tierra abruma el espíritu lleno de preocupaciones.

16 Trabajosamente conjeturamos lo que hay sobre la tierra y con fatiga hallamos lo que está a nuestro alcance; ¿quién, entonces, ha rastreado lo que está en los cielos?

17 Y ¿quién habría conocido tu voluntad, si tú no le hubieses dado la Sabiduría y no le hubieses enviado de lo alto tu espíritu santo?

18 Sólo así se enderezaron los caminos de los moradores de la tierra, así aprendieron los hombres lo que a ti te agrada y gracias a la Sabiduría se salvaron.»




Versículos relacionados com Sabiduría, 9:

El Libro de la Sabiduría 9 presenta al Rey Salomón rezando por Dios por la sabiduría y el discernimiento para gobernar su pueblo. Salomón reconoce su limitación humana y su necesidad de que la sabiduría divina sea un buen gobernante. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos de Sabiduría 9:

Proverbios 9:10: "El miedo al Señor es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del santo es prudencia". Este versículo destaca la importancia del miedo del Señor como base para la sabiduría, reforzando la necesidad de la búsqueda de la sabiduría divina.

Proverbios 2:6: "Porque el Señor da sabiduría; su boca proviene del conocimiento y la comprensión". Este versículo destaca la fuente de sabiduría, que proviene del Señor y es accesible a través de la búsqueda de ella.

Proverbios 3:13: "Feliz es el hombre que encuentra sabiduría y el hombre que adquiere conocimiento". Este versículo destaca la importancia de buscar y adquirir sabiduría, como un bien valioso.

Proverbios 4:7: "La sabiduría es lo principal; por lo tanto, la sabiduría adquiere; sí, con todo lo que ha adquirido la comprensión". Este versículo destaca la supremacía de la sabiduría y fomenta la búsqueda constante de ella.

Proverbios 8:17: "Amo a los que me aman, y los que me buscan temprano, me encontrarán". Este versículo destaca la voluntad de Dios para otorgar sabiduría y la importancia de la búsqueda temprana de ella.



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