II Macabeos, 14
36. Pues bien, oh santo de toda santidad, Señor, conserva para siempre incontaminada esta morada tuya, que hace poco ha sido purificada".
36. Pues bien, oh santo de toda santidad, Señor, conserva para siempre incontaminada esta morada tuya, que hace poco ha sido purificada".
“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina