Salmos, 98

8. que todos los ríos batan palmas y con ellos las montañas griten de alegría

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El Salmo 98 es un himno de alabanza que celebra la grandeza de Dios y su fidelidad a su pueblo. Él destaca el poder de Dios para traer salvación y justicia a la tierra y alienta a todos a adorarlo con alegría y gratitud. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas del Salmo 98:

Salmo 96:1-2: "Canta al Señor una nueva canción; canta al Señor, ¡todos los habitantes de la tierra! Canta al Señor, bendiga su nombre; cada día proclaman su salvación". Este verso es similar al comienzo del Salmo 98, ya que alienta a todas las personas a cantar una nueva canción al Señor y alabarlo por su poder y gracia.

Salmo 96:11-12: "El cielo se regocija, regocija la tierra; resuena el mar y todo lo que existe en él. Exiciar el campo y todo lo que hay; cantar todos los árboles del bosque". Este versículo se relaciona con el Salmo 98 al destacar la alegría y la celebración que deben acompañar la adoración a Dios. Toda la creación está invitada a regocijarse y alabar al Señor.

Isaías 52:10: "El Señor ha descubierto su brazo sagrado ante los ojos de todas las naciones, y todos los fines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios". Este versículo se relaciona con el Salmo 98 al destacar el poder de Dios para llevar la salvación a todas las naciones de la tierra. Como en el Salmo 98, Isaías enfatiza que Dios es digno de alabanza y adoración debido a su salvación.

Salmo 97:10-11: "Ustedes que aman al Señor, odian al mal; mantiene la vida de sus santos, los entrega de las manos de los malvados. La luz siembra en los justos y la alegría al corazón. ". Este versículo se relaciona con el Salmo 98 al destacar el amor de Dios por aquellos que lo siguen y su fidelidad para protegerlos del mal. Como en el Salmo 98, este versículo alienta a los fieles a regocijarse en el Señor y en su justicia.

Salmos 100:1-2: "Aclamación con alegría al Señor, ¡todos los habitantes de la tierra! ¡Adoran al Señor con alegría, venga ante él con cantos de alegría!" Este versículo se relaciona con el Salmo 98 alentando a todas las personas a adorar a Dios con alegría y alegría. Destaca la importancia de acercarse al Señor con un corazón agradecido lleno de alabanza.