2 Samuel, 11
2. Una tarde, después de haberse le vantado de la siesta, se paseaba David por la terraza del palacio, y desde allí vio a una mujer que se bañaba. Era una mujer muy bella.
2. Una tarde, después de haberse le vantado de la siesta, se paseaba David por la terraza del palacio, y desde allí vio a una mujer que se bañaba. Era una mujer muy bella.
O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina