4. Y ustedes, padres, no sean pesados con sus hijos, sino más bien edúquenlos usando las correcciones y advertencias que pueda inspirar el Señor.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina