Salmos, 41
11. Pero tú, Señor, ten piedad de mí, ponme en pie, que quiero pagarles con lo mismo.
11. Pero tú, Señor, ten piedad de mí, ponme en pie, que quiero pagarles con lo mismo.
“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina