Sirácides (Eclesiástico), 10
11. Una vez muerto, el hombre no tiene ante sí más que la podredumbre, las fieras y los gusanos.
11. Una vez muerto, el hombre no tiene ante sí más que la podredumbre, las fieras y los gusanos.
“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina