Trouvé 366 Résultats pour: cortinas del templo

  • Al volver a Cafarnaún, se acercaron a Pedro los que cobran el impuesto para el Templo. Le preguntaron: «El maestro de ustedes, ¿no paga el impuesto?» (Evangelio según San Mateo 17, 24)

  • Jesús entró en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas y los puestos de los vendedores de palomas. Les dijo: (Evangelio según San Mateo 21, 12)

  • También en el Templo se le acercaron algunos ciegos y cojos, y Jesús los sanó. (Evangelio según San Mateo 21, 14)

  • Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley vieron las cosas tan asombrosas que Jesús acababa de hacer y a los niños que clamaban en el Templo: «¡Hosanna al hijo de David!». Estaban furiosos (Evangelio según San Mateo 21, 15)

  • Jesús había entrado al Templo y estaba enseñando, cuando los sumos sacerdotes y las autoridades judías fueron a su encuentro para preguntarle: «¿Con qué derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te lo ha encargado?» (Evangelio según San Mateo 21, 23)

  • ¡Ay de ustedes, que son guías ciegos! Ustedes dicen: Jurar por el Templo no obliga, pero jurar por el tesoro del Templo, sí. (Evangelio según San Mateo 23, 16)

  • ¡Torpes y ciegos! ¿Qué vale más, el oro mismo, o el Templo que hace del oro una cosa sagrada? (Evangelio según San Mateo 23, 17)

  • El que jura por el Templo, jura por él y por Dios que habita en el Templo. (Evangelio según San Mateo 23, 21)

  • Al final recaerá sobre ustedes toda la sangre inocente que ha sido derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al que ustedes mataron ante el altar, dentro del Templo. (Evangelio según San Mateo 23, 35)

  • Por eso se van a quedar ustedes con su templo vacío. (Evangelio según San Mateo 23, 38)

  • Jesús salió del Templo, y mientras caminaba, sus discípulos le hacían notar las imponentes construcciones del Templo. (Evangelio según San Mateo 24, 1)

  • Cuando ustedes vean lo anunciado por el profeta Daniel: el ídolo del invasor instalado en el Templo (que el lector sepa entender), (Evangelio según San Mateo 24, 15)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina