Trouvé 136 Résultats pour: culto a Baal

  • David dejó allí, ante el Arca de la Alianza de Yavé, a Asaf y a sus hermanos, para celebrar el culto constantemente delante del Arca según el rito de cada día; (1 Crónicas 16, 37)

  • Jeroboam instituyó sus propios sacerdotes para sus santuarios altos, para el culto de los machos cabríos y de los becerros que había hecho. (2 Crónicas 11, 15)

  • Suprimió los altares del culto extranjero y los santuarios de lomas altos, derribó los monumentos y abatió los troncos sagrados. (2 Crónicas 14, 2)

  • Después fue todo el pueblo a la casa de Baal y la destruyeron, rompiendo sus altares y sus imágenes, y mataron a Matán, sacerdote de Baal, ante los altares. (2 Crónicas 23, 17)

  • Dios lo asistió contra los filisteos, contra los árabes que vivían en Gur-Baal y contra los maonitas. (2 Crónicas 26, 7)

  • Hubo muchos holocaustos además de las grasas de los sacrificios de comunión y de las libaciones para los holocaustos. Así quedó restablecido el culto de la Casa de Yavé. (2 Crónicas 29, 35)

  • Se apartaron del culto de sus padres y adoraron al Dios del cielo, al Dios que habían reconocido. Por esto, sus padres los despidieron de la presencia de sus dioses y se refugiaron en Mesopotamia, donde permanecieron largo tiempo. (Judit 5, 8)

  • Lo irritaron con sus sitios de culto y con sus ídolos lo pusieron celoso. (Salmos 78, 58)

  • Se sometieron a Baal-Peor, comieron de los sacrificios a los muertos; (Salmos 106, 28)

  • Todas las naciones paganas acataron el decreto del rey y, en Israel mismo, muchos aceptaron este culto. Sacrificaron a los ídolos y ya no respetaron el Sábado. (1 Macabeos 1, 43)

  • Regalo la ciudad de Tolemaida y su territorio al Templo de Jerusalén para cubrir los gastos del culto. (1 Macabeos 10, 39)

  • Remito, además, las cinco mil monedas de plata que cada año se cobraban de los tributos del Templo, y se las doy a los sacerdotes que están a cargo del culto. Todo aquel que por deudas con los impuestos reales o por cualquier otra deuda, (1 Macabeos 10, 42)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina