Trouvé 81 Résultats pour: Entrañas

  • sus arcos acribillarán a los jóvenes, no se apiadarán del fruto de las entrañas ni sentirán compasión por los niños. (Isaías 13, 18)

  • Gritan Jesbón y Elealé hasta en Iahás se hace oír su voz. Por eso se estremecen las entrañas de Moab, hasta su alma se estremece. (Isaías 15, 4)

  • Por eso, mis entrañas vibran como una lira por Moab, y mi corazón, por Quir Jaréset. (Isaías 16, 11)

  • Por eso mis entrañas se sienten convulsionadas; me asaltan los dolores, dolores como los del parto. Me desconcierta lo que oigo, me espanta lo que veo. (Isaías 21, 3)

  • Como la arena sería tu descendencia, como los granos de arena, el fruto de tus entrañas; tu nombre no habría sido extirpado ni borrado de mi presencia. (Isaías 48, 19)

  • ¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré! (Isaías 49, 15)

  • ¡Mis entrañas, mis entrañas! ¡Me retuerzo de dolor! ¡Las fibras de mi corazón! ¡Mi corazón se conmueve dentro de mí, no puedo callarme! Porque oigo el sonido de la trompeta, el clamor del combate. (Jeremías 4, 19)

  • Señor de los ejércitos, que juzgas con justicia, que sondeas las entrañas y los corazones, ¡que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he confiado mi causa! (Jeremías 11, 20)

  • Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino las entrañas, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de sus acciones. (Jeremías 17, 10)

  • Señor de los ejércitos, que examinas al justo, que ves las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu venganza sobre ellos!, porque a ti he encomendado mi causa. (Jeremías 20, 12)

  • ¿Es para mí Efraím un hijo querido o un niño mimado, para que cada vez que hablo de él, todavía lo recuerde vivamente? Por eso mis entrañas se estremecen por él, no puedo menos que compadecerme de él -oráculo del Señor-. (Jeremías 31, 20)

  • ¡Mira, Señor, cómo estoy angustiada, me hierven las entrañas! Mi corazón se conmueve en mi interior, porque he sido rebelde. Afuera, me priva de hijos la espada, adentro, la muerte. (Lamentaciones 1, 20)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina