Trouvé 1055 Résultats pour: Hor

  • Yahveh, nuestro Dios, nos habló así en el Horeb: «Ya habéis estado bastante tiempo en esta montaña. (Deuteronomio 1, 6)

  • Yahveh, vuestro Dios, os ha multiplicado y sois ahora tan numerosos como las estrellas del cielo. (Deuteronomio 1, 10)

  • Partimos del Horeb y fuimos por ese enorme y temible desierto que habéis visto, camino de la montaña de los amorreos, como Yahveh nuestro Dios nos había mandado, y llegamos a Cadés Barnea. (Deuteronomio 1, 19)

  • Y vosotros ahora, volveos y partid hacia el desierto por el camino del mar de Suf.» (Deuteronomio 1, 40)

  • Y ahora, levantaos y pasad el torrente Zéred.» Y pasamos el torrente Zéred. (Deuteronomio 2, 13)

  • Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las normas que yo os enseño para que las pongáis en práctica, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da Yahveh, Dios de vuestros padres. (Deuteronomio 4, 1)

  • El día que estabas en el Horeb en presencia de Yahveh tu Dios, cuando Yahveh me dijo: «Reúneme al pueblo para que yo les haga oír mis palabras a fin de que aprendan a tenerme mientras vivan en el suelo y se las enseñen a sus hijos», (Deuteronomio 4, 10)

  • Tened mucho cuidado de vosotros mismos: puesto que no visteis figura alguna el día en que Yahveh os habló en el Horeb de en medio del fuego, (Deuteronomio 4, 15)

  • pero a vosotros os tomó Yahveh y os sacó del horno de hierro, de Egipto, para que fueseis el pueblo de su heredad, como lo sois hoy. (Deuteronomio 4, 20)

  • Yahveh nuestro Dios ha concluido con nosotros una alianza en el Horeb. (Deuteronomio 5, 2)

  • Pero ahora, ¿por qué hemos de morir? - porque este fuego nos va a devorar -; si seguimos oyendo la voz de Yahveh nuestro Dios, moriremos. (Deuteronomio 5, 25)

  • y no debes meter en tu casa una cosa abominable, pues te harías anatema como ella. Las tendrás por cosa horrenda y abominable, porque son anatema. (Deuteronomio 7, 26)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina