Trouvé 692 Résultats pour: Espíritu Santo

  • Pero Sijón, rey de Jesbón, no nos permitió pasar por sus dominios, pues el Señor, tu Dios, había hecho inflexible su espíritu y había endurecido su corazón, con el fin de ponerlo en tus manos, como aún lo está hoy. (Deuteronomio 2, 30)

  • El Señor, tu Dios, está en medio de tu campamento para protegerte y librarte de tus enemigos. Por tanto, tu campamento debe ser santo, para que el Señor no vea indecencias en medio de él y no se aparte de ti. (Deuteronomio 23, 15)

  • Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, como lo había ordenado Moisés. (Deuteronomio 34, 9)

  • Josué dijo al pueblo: "Vosotros no podréis servir al Señor, porque él es un Dios santo, un Dios celoso, y no soportará vuestros delitos ni vuestros pecados. (Josué 24, 19)

  • El espíritu del Señor vino sobre él, fue juez de Israel y salió a combatir contra Cusán Risatayín, rey de Edón; el Señor se lo puso en sus manos y lo derrotó. (Jueces 3, 10)

  • Entonces el espíritu del Señor se apoderó de Gedeón, tocó la trompeta, y Abiezer le siguió. (Jueces 6, 34)

  • Después el Señor mandó un espíritu de discordia entre Abimelec y los nobles de Siquén, y los nobles de Siquén se levantaron contra Abimelec, (Jueces 9, 23)

  • El espíritu del Señor vino sobre Jefté, que recorrió Galaad y Manasés, pasó a Mispá de Galaad, y de allí al territorio de los amonitas. (Jueces 11, 29)

  • Y el espíritu del Señor comenzó a actuar en él en el campo de Dan, entre Sorá y Estaol. (Jueces 13, 25)

  • El espíritu del Señor se apoderó de Sansón y, con sólo las manos, desgarró al león como se desgarra un cabrito. Pero no contó a sus padres lo que había hecho. (Jueces 14, 6)

  • Entonces el espíritu del Señor se apoderó de Sansón, bajó a Ascalón y mató a treinta hombres, les quitó sus vestidos y se los dio a los que habían adivinado su acertijo; y, enfurecido, se volvió a la casa de su padre. (Jueces 14, 19)

  • Cuando llegó a Lejí, los filisteos corrieron a su encuentro. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de él; las sogas con que estaba atado fueron como hilos de lino quemados por el fuego y las ataduras de sus brazos se deshicieron. (Jueces 15, 14)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina