Trouvé 196 Résultats pour: gracias

  • y celebraron con alegría la dedicación del altar, ofreciendo durante ocho días holocaustos y sacrificios de acción de gracias. (I Macabeos 4, 56)

  • Pero ahora yo soy viejo, mientras vosotros, gracias al altísimo, estáis en la plenitud de la vida. Ocupad mi puesto y el de mis hermanos; luchad por vuestra patria, y que la ayuda del cielo esté con vosotros". (I Macabeos 16, 3)

  • Librados por Dios de grandes peligros, le damos gracias de todo corazón porque lucha con nosotros contra el rey. (II Macabeos 1, 11)

  • Al tiempo que el sumo sacerdote ofrecía el sacrificio por el pecado, se presentaron de nuevo ante Heliodoro los mismos jóvenes, vestidos con las mismas vestiduras; se pusieron ante él y le dijeron: "Da muchas gracias a Onías, sumo sacerdote, pues por él el Señor te ha dejado con vida. (II Macabeos 3, 33)

  • Si estáis bien, junto con vuestros hijos, y se cumplen vuestros deseos, damos gracias a Dios, teniendo confianza en los cielos. (II Macabeos 9, 20)

  • Judas y sus hombres les dieron las gracias, encareciéndoles que fueran siempre benévolos con su pueblo; después se volvieron a Jerusalén, pues ya estaba cercana la fiesta de pentecostés. (II Macabeos 12, 31)

  • Al amanecer, todo había concluido gracias a la ayuda de Dios. (II Macabeos 13, 17)

  • Adquirir tesoros gracias a una lengua mentirosa es vanidad efímera de quien busca la muerte. (Proverbios 21, 6)

  • Así fueron rectificados los caminos de la tierra, los hombres aprendieron aquello que te agrada y se salvaron gracias a la sabiduría. (Sabiduría 9, 18)

  • para que todos aprendieran que es necesario adelantarse al sol para darte gracias y acudir a ti al despuntar la aurora. (Sabiduría 16, 28)

  • porque no los maltrataban por los agravios recibidos, les daban gracias y les pedían perdón por su hostilidad. (Sabiduría 18, 2)

  • El sabio en hablar se hace amable, pero las gracias de los insensatos para nada sirven. (Eclesiástico 20, 13)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina