19. Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre.





“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina