Génesis, 36

35. Cuando murió Jusám, lo sucedió Hadad, hijo de Bedad, el que derrotó a Madián en el campo de Moab; el nombre de su ciudad era Avit.

Versets liés à Génesis, 36:

El Capítulo 36 de Génesis se dedica a la genealogía de Esaú y sus descendientes, presentando una lista de nombres y linajes. Entre los temas cubiertos en el capítulo, destacamos la descendencia de Esaú, la formación de naciones de estas cepas y la relación entre los edomitas y otras personas.

Deuteronomio 2:12 - "Habían vivido en ella el Horeus, las personas grandes y numerosas y fuertes como los anachins". Este versículo se refiere al Horeus, uno de los pueblos que habitaban la región de Seir antes de la llegada de los Edomitas, como se menciona en Génesis 36:20.

Isaías 34:5-6 - "Porque será mi borracho de Gladium en el cielo; he aquí, caerá, y sobre la gente de mi anatema ejercer juicio. Ovejas y cabras, de la grasa del riñón de rango; El Señor tiene un sacrificio en Bozra y una gran muerte en la tierra de Edom ". Este versículo habla de la inminente destrucción de Edom por las manos de Dios, presentando un contrapunto a la gloria de los Duomeds presentados en el Capítulo 36 de Génesis.

Ezequiel 25:12-14- "Así dice el Señor Dios, porque Edom si hubo venganza en la Casa de Judá, y él se culpó a sí mismo; así que el Señor Dios dice: También extenderé mi mano sobre Edom, y yo eliminará a hombres y animales; y lo transformaré en desolación; de vez en cuando se dedicarán a la espada ". Este versículo presenta el castigo de Dios sobre Edom por estar vinculado de Judá, una referencia a los conflictos entre estos dos pueblos mencionados en Génesis 36.

Obadías 1:8 - "No ese día, dice el Señor, ¿destruiré los sabios de Edom y la comprensión del Monte de Esaú?" Este versículo se refiere a los sabios de Edom y su sabiduría, algo que se destaca en Génesis 36:15-19.

Malachi 1:2-3 - "Te amé, dice el Señor; pero dices, ¿qué nos amaste? desierto. " Este versículo presenta el amor de Dios por Jacob y su descenso, en contraste con el rechazo de Esaú y su descenso, como se presenta en Génesis 36.