Josué, 12

4. Y Og, rey de Basán -uno de los últimos sobrevivientes de los Gigantes- que residía en Astarot y en Edrei

Versets liés à Josué, 12:

El capítulo 12 de Joshua es un registro de los reyes derrotados por los israelitas durante sus logros en la tierra prometida. Los nombres de los reyes y las ciudades que han sido conquistados se enumeran, destacando el gran poder y la fidelidad de Dios para su pueblo. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Joshua 12:

Salmo 44:3: "No fue por tu espada que conquistaron la tierra, ni por la fuerza de tu brazo que alcanzó la victoria; fue por tu mano derecha, tu brazo y la luz de tu rostro, debido a tu amor a con ellos ". Este versículo se relaciona con la idea de que fue Dios quien dio victoria a los israelitas en la conquista de la tierra, no por la fuerza humana.

Deuteronomio 7:24: "Entenderás a sus reyes en tus manos, que su nombre se niega debajo de los cielos; nadie se resistirá a ti hasta que los destruyan". Este versículo se relaciona con la promesa de Dios de que daría a los reyes de los enemigos de Israel en sus manos, y que serían completamente destruidos.

Salmo 20:7: "Algunos confían en los autos y otros en los caballos, pero mencionaremos el nombre del Señor nuestro Dios". Este versículo se relaciona con la idea de que la confianza de los israelitas no estaba en sus propias habilidades o fortalezas, sino en Dios, quien los ayudó a derrotar a sus enemigos.

Salmo 136:18-22: "Y mató a reyes famosos, porque su amabilidad es para siempre. Seom, rey de los amoritas, porque su benignidad es para siempre; y el águila, rey de Basán, porque su benignidad es para nunca". Este versículo destaca la fidelidad y el poder de Dios al derrotar a los reyes y gobernantes de los enemigos de Israel, enfatizando la importancia de su presencia y ayuda durante los logros.

Isaías 41:10: "No tengas miedo, porque estoy contigo; no te persigas, porque yo soy tu Dios; te fortalezco y te ayudo, y te apoyo con mi fiel mano derecha". Este versículo se relaciona con la confianza y la fuerza que Dios ha dado a los israelitas durante los logros, lo que demuestra que siempre ha estado presente para ayudarlos y protegerlos.