20. Cuando el Señor, tu Dios, haya ensanchado tus fronteras tal como lo ha prometido, y tú digas: Yo quisiera comer carne, porque sientes deseo de ella, podrás comer toda la carne que quieras.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina