23. y en presencia del Señor, en el lugar elegido por él para hacer habitar en él su nombre, allí comerás el diezmo de tu trigo, de tu mosto, de tu aceite y los primogénitos de tu ganado mayor o menor, para que aprendas a respetar al Señor, tu Dios, en todo momento.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina