Levítico, 26
32. Yo mismo arrasaré la tierra, y hasta vuestros enemigos se quedarán estupefactos cuando vengan a habitarla.
32. Yo mismo arrasaré la tierra, y hasta vuestros enemigos se quedarán estupefactos cuando vengan a habitarla.
“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina